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LA TARDE SOÑADA

Que tal , si un día te despiertas y llegan a tu mente aquellos nervios que solo algo que habías esperado por muchísimos años está a punto de suceder, que solo de tratar de recordar la vez cuando eras un niño, y dijiste que cuando fueras mayor serías una persona muy importante.

Te podrías imaginar, que la emoción es más grande que cuando deseabas desde un mes antes que ya fuera tu cumpleaños, porque tendrías muchos regalos y sobre todo muchas personas felicitándote, por el hecho de ser un año mayor,

Solo, con el simple hecho de saber que en unas horas estarás donde siempre lo habías soñado, que el fruto de tu esfuerzo por fin tendrá recompensa, y que aunque te ofrezcan lo más valioso este momento no lo cambias por nada.

Raúl Anguiano, nació en el año 1975, en la ciudad de Guatemala, y desde niño ha practicado muchos deportes por recomendación médica, ya que él tiene una discapacidad que afecta todo el lado derecho de su cuerpo.

Emiparencia parcial derecha, es el nombre de la deficiencia con la que vive Anguiano, dicha discapacidad surgió a causa de complicaciones en el parto, ya que hubo un sufrimiento fetal y falta de oxígeno, lo cual hizo que él naciera con un hematoma en la frente, a lo que los médicos indicaron a sus padres que desaparecería con el tiempo.

“Cuando yo comencé a caminar fue donde se notó que tenía problemas, porque después de dar un paso con la pierna izquierda intentaba hacer lo mismo con la pierna derecha pero me caía, por lo que mis padres decidieron llevarme con muchos especialistas para saber qué era lo que me sucedía, y luego de varios exámenes los doctores llegaron a la conclusión de que yo padecía esta discapacidad” Explicó Raúl.

El inicio de una vida como deportista

“se puede decir que yo tengo un pequeño derrame cerebral, y esto hace que se me haga complicado la coordinación, el utilizar la fuerza de mi lateral derecho, por eso los médicos recomendaron a mis padres a que me motivaran a practicar diversos deportes

Durante su niñez Raúl practicó deportes, como la Natación, el Atletismo, el Ciclismo entre otros, él lo hacía por diversión, ya que esto era lo que lo distraía, además que así también cumplía con las recomendaciones de sus doctores.

Cada fin de semana, Raúl hacía deporte en un complejo deportivo llamado La montaña, y cuando él tenía 10 años fue donde conoció el Bádminton y desde ese momento se enamoró de ese deporte, y fue cuando por primera vez él dijo que quería llegar a ser un jugador reconocido en todo el mundo.

Desde que tenía 10 años, él ya competía con otros niños convencionales, esto quiere decir que no tiene discapacidad, y así fue durante 18 años, en los cuales el compitió en diversos campeonatos, pero esto no lo satisfacía porque él quería más.

“a mí el Bádminton me encantó desde que lo vi, no voy a negar que todos los deportes tienen su gracia, pero a este algo lo hacía diferente, porque cuando lo practicas te das cuenta que se requiere de mucha agilidad, rapidez, resistencia y una buena estrategia para que todo funcione” explica el deportista.

Raúl, recuerda que durante los 18 años que jugó como atleta convencional tuvo más derrotas que victorias, pero también se siente agradecido, porque dentro del círculo de personas que practican este deporte se sintió querido, pues cuando uno tiene una discapacidad es muy difícil que te acepten algunas personas.

El sueño se hace realidad

Cuando, Raúl tenía 28 años dejó de jugar de forma profesional, puesto que él quería abrir un nuevo capítulo en su vida, y se casó , de la conformación de su hogar nacieron dos hijos, pero ya con nuevas responsabilidades se dedicó a trabajar dejando el deporte por un lado.

Él se dedicó durante dos años a ser entrenador de Bádminton, en la Federación nacional de Bádminton, hasta que un día su padre, quien en ese entonces era el presidente de esa federación, le mostró un video casete que habían enviado desde España.

“Al principio no le presté mayor importancia, porque en las imágenes solo veía personas jugando Bádminton pero en silla de ruedas, pero con el correr de la cinta me di cuenta que existían muchas categorías dentro de este deporte, y pensé que tal vez era más bonito competir con personas que tengan alguna limitación” dijo Anguiano.

Con una nueva expectativa, y con los ánimos recargados volvió Este deportista a jugar Bádminton otra vez, después de dos años de inactividad, y lo hizo en grande, pues logró que el nombre de Guatemala apareciera por primera ocasión en una copa mundial de Para-bádminton, así es conocido este deporte en su forma adaptada.

“Fue maravillosa mi primera experiencia, porque fui a conocer Alemania, pero sobre todo mi meta era poner el nombre del país en alto, logré llegar a la final, luego de varios juegos muy difíciles, pero lastimosamente caí vencido ante el mejor jugador del mundo en ese tiempo” Recuerda Raúl.

Pero, con su primera experiencia Raúl se motivó, pues entrenó con más ganas, porque él sabía que en esta modalidad del deporte que él más amaba tenía la posibilidad de cumplir su sueño, de ser el mejor jugador del mundo, pero lo más importante lograr que todos conocieran y respetaran el nombre de Guatemala.

Su esfuerzo tuvo frutos, ya que después de dos años jugando Para-Bádminton, fue nombrado, el mejor jugador del año 2007, nombramiento que también obtuvo en el año 2011 y en el 2013, y esto fue lo que lo consagró entre los grandes jugadores a nivel mundial.

“Es bonito que te nombren como el mejor entre todos los jugadores, pues es por lo que te esfuerzas cada día que te levantas para entrenar, no importándote nada, ni un día lluvioso oh a veces días con mucho frío, lo único que tienes en la mente es tu anhelo por conseguir mucho más”.

Anguiano, ya era conocido, pero él quería dejar un precedente en América, y lo hizo en la última década, pues de los 5 torneos panamericanos que se han jugado él ha salido victorioso, y su racha como campeón inició en Brasil en el 2010, siguió en Guatemala en el año 2012, teniendo la oportunidad de levantar su segundo trofeo en su país.


Ya con una trayectoria, y un bicampeonato que defender, Raúl viajó en el año 2014 a Colombia, y mostrándose como un rival fuerte se alzó con el título nuevamente,

En el 2016, el destino lo llevó a Brasil por segunda ocasión, y como gran jugador volvió a proclamarse vencedor.

Raúl, cuenta que con los años más personas con discapacidad se han animado a practicar este deporte, y que para él esto es muy bueno, porque cada vez hay más competidores, y lo más importante que son deportistas con gran nivel.

La tarde soñada

Como un preámbulo, al mayor logro de su carrera, Anguiano fue a jugar a Perú, y como en las cuatro ocasiones anteriores compitiendo en torneos panamericanos levantó su quinta copa, siendo el rey de américa sin discusiones en la última década.

En el año 2019, se llevaron a cabo los juegos Para-panamericanos, en Lima Perú, y en esa justa deportiva participaron 19 atletas con discapacidad, uno de ellos era Raúl Anguiano, quien también portaba la bandera guatemalteca con orgullo, ya que él fue nombrado abanderado de la delegación de Guatemala.

El sábado 31 de agosto se jugó la final de Para-Bádminton, en el complejo deportivo Santa María Del refugio, de la ciudad de Lima en Perú, dos actores en la cancha con una gran trayectoria, por un lado estaba un jugador brasileño, quien en su momento también supo que era ser el mejor del mundo, y en frente tenía a el mejor jugador de la última década, el guatemalteco Raúl Anguiano quien quería ganar la primer medalla para-panamericana para su país.

El gimnasio estaba completamente lleno, y las personas alentando en las gradas, inició el partido, y luego de tres sets muy disputados, Raúl venció a su rival, y cumplió su mayor sueño poner el nombre de su país en todo lo alto, pero sobre todo colocar el nombre de Guatemala en los libros de los inmortales.

Por: Walter Manuel

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