Este 15 de septiembre será atípico, no escucharemos la melodiosa música de las bandas marciales y de guerra, no veremos a esos estudiantes demostrar su amor y orgullo por la patria mientras portan sus instrumentos bajo el sol ardiente o una lluvia torrencial, no veremos la perfección al marchar de los gastadores, los bailes coordinados y enérgicos de las batonistas, no correremos con la luz anaranjada casi rojiza de las antorchas de la libertad, no daremos el grito de independencia; este 15 no.
Guatemala es un país tradicionalista, nos gusta festejar a nuestra manera los acontecimientos importantes de nuestro país y demostrar ante el mundo nuestra cultura.
Esta Semana Santa no tuvimos la oportunidad de mostrar nuestros colores en alfombras o andas y ahora se nos quita la posibilidad de demostrar el orgullo patrio con nuestros desfiles característicos. Pero no todo está perdido.
Este 15 de septiembre demostraremos de otra manera nuestro amor a la patria, nuestro orgullo de ser guatemaltecos y es cuidándonos los unos a los otros, nos quedaremos en casa. Sabemos que el encierro provoca estrés y que ya estamos desesperados e impacientes por salir y volver a nuestra normalidad, pero esta pandemia no ha terminado y por ende no podemos bajar la guardia. Tenemos que luchar todos juntos como país. Qué mejor manera de festejar los 199 años de independencia que mostrándonos unidos como país.