“La libertad de morir” es uno de los principales argumentos que utilizan los que defienden y están a favor de la Eutanasia.
La eutanasia es conocida como el derecho a morir con dignidad, también se le asocia a morir sin dolor, esta se ha utilizado para acelerar la muerte de un paciente con enfermedad terminal o con pocas esperanzas de vida después de un accidente, con intención de evitar el sufrimiento y el dolor humano.
La Real Academia Española define la eutanasia como: “Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura” o “muerte sin sufrimiento físico”.
Por otro lado, la Constitución Política de la República de Guatemala indica en el artículo 3: “Derecho a la vida. El Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona”.
Se considera que hay dos tipos de eutanasia:
1. Eutanasia pasiva: En la que el paciente se niega a seguir o recibir el tratamiento para una enfermedad.
2. Eutanasia activa: Se caracteriza porque la provocación de la muerte se obtiene mediante acciones dirigidas a acortar o suprimir el curso vital.
LA EUTANASIA EN GUATEMALA
El 17 de octubre de 2019, el Congreso de Guatemala, conoció una iniciativa de ley para “Regular practicas que permitan la muerte digna de una persona que sufra de enfermedades terminales o alguna lesión grave” – Está la presento el diputado Leonel Lira.
Está iniciativa de ley explicaba que se tenían tres pasos importantes, los cuales eran: 1. El médico tratante debe dictaminar si los motivos de ley se cumplen. 2. Un médico ajeno al centro hospitalario debe dictaminar el estado del paciente. 3. Por último, un psicólogo debe determinar que el paciente tomó la decisión sin sufrir depresión y verificar que la solicitud haya sido conscientemente.
Karin Slowing, doctora y socióloga, indicó que la eutanasia es un elemento que toca aspectos muy sensibles de la ideología, la religión y de los valores de las personas, sin embargo, hay un principio de derechos humanos que le permite al individuo decidir sobre el rumbo de su vida, pero dada la irreversibilidad de la decisión y los efectos que tiene sobre la comunidad inmediata del individuo, tiene que ser una reflexión muy profunda, tomando en cuenta a sus familiares, y deben darse parámetros en donde se pueda garantizar el total y libre albedrio de la persona.
Sin embargo, el Presidente Alejandro Giammattei, dijo en sus redes sociales “Reconozco la vida desde su concepción y por lo tanto en mi gobierno no toleraré ningún movimiento que viole lo que está dispuesto en nuestra Constitución Política de la República, que vaya en contra de los valores con los que fui criado y que riña con mis principios como médico”.
El abogado, Elvyn Díaz, mencionó que para que pueda efectuarse la eutanasia en el país, debe crearse una ley en el Congreso de la República que contemple un procedimiento y las causales por las cuales se podría proceder. Lo que se debe analizar es la experiencia de otros países en los que está aprobado este tipo de procedimientos.
“En este momento, nuestra legislación no reconoce la eutanasia y por ello no puede aplicarse, en el caso de aplicarse se considera un delito; por lo que los médicos, obviamente, lo evitan y por eso hacen todo lo posible por una persona que se encuentre en situación de enfermedad terminal, donde no haya más remedio y este mantenida por métodos artifíciales, solo existe un deber de cuidado y atención de parte de los médicos que deben seguir brindando, a pesar de todo” – dijo Díaz.
Guatemala no quiere legalizar la eutanasia porque predomina un pensamiento mágico, mítico, religioso, colonizador, excluyente; que quiere imponer sus visiones a todos los que por otras razones no comparten los mismos pensamientos, afirmó Slowing.
Es casi imposible que en estos momentos se haga un movimiento para aprobar este tipo de prácticas ya que la atención se la llevan las discusiones en contra y a favor del aborto, cuando en Guatemala tenemos problemas gravísimos de calidad de vida, de dignidad humana, de que la gente sobreviva, de que los ancianos no tienen condiciones para pasar dignamente su vejez.
Según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala y el Ministerio de Salud informó en el documento “Resolución CSIP-224-220 la inexistencia de la información acerca de la eutanasia en Guatemala.
LA EUTANASIA EN EL MUNDO
Actualmente, la eutanasia, solo es permitida y legalizada en 5 países alrededor del mundo; los cuales son: Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica, Colombia y Canadá.
Los registros dicen que Países Bajos fue el primero en legalizar este tipo de prácticas, ya que en el 2002 ya se realizaban eutanasias y el suicidio asistido, en el que un médico entrega una dosis letal de droga para ser consumida.
Los requisitos que requieren los médicos de estos países para practicar la eutanasia son:
· El paciente debe pedirlo voluntariamente.
· El médico debe tener la convicción de que hay un sufrimiento insoportable o una enfermedad terminal.
· El paciente debe estar informado de su situación y perspectivas futuras.
· Saber con claridad la situación que lo aqueja.
· La opinión de otro médico ajeno al centro médico que compruebe los cuatro requisitos anteriores.
· Y la muerte debe ser consecuencia directa del suicidio asistido o la aplicación de la eutanasia.
Volviendo a los Países Bajos, entre el 2002 y 2017 los casos de eutanasia y suicidio asistido por año aumentaron de 1 mil 882 a 6 mil 306. Adicionalmente, La Real Asociación Médica Holandesa informó que en el 2016 el 68% de los que solicitaron la eutanasia tenían cáncer.
En Latinoamérica se aplica la eutanasia pasiva, cuando el paciente ya no quiere seguir con el tratamiento y es elección solamente del mismo.
LA RELIGIÓN SOBRE LA EUTANASIA
A pesar de que el punto de vista de los que defienden la eutanasia sea un acto de compasión, las religiones, cualquiera que esta sea, ven la eutanasia como un acto negativo.
Pero Jacques Pohier (teólogo y filósofo francés), para El Periódico, menciona “La eutanasia voluntaria no es una elección entre la vida y la muerte, si no entre dos formas de morir. No solo los profesionales han de intervenir en el debate, sino la totalidad de la sociedad”.
Por: Marva Botón
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